miércoles, 6 de junio de 2012

Plan de vacunación



¿Por qué vacunamos a nuestros animales? La vacunación es la manera más efectiva de proteger a nuestras mascotas frente a las enfermedades que les afectan.
Los planes de vacunación han servido para erradicar la viruela y limitar la incidencia de enfermedades graves como la difteria o poliomielitis en humanos y la parvovirosis o el moquillo en animales. Algunas pueden afectar a ambos como rabia y leishmania, aumentando su importancia.

Una vacuna es la manera artificial de inocular una parte del agente causante de la enfermedad para que el organismo cree las defensas apropiadas para hacerle frente en caso de exponerse al agente natural. Lo que se inocula se llama antígeno que es el que estimula la creación de los anticuerpos. El antígeno puede ser el propio agente infeccioso muerto (virus, bacteria,…) o vivo pero atenuado, es decir “desarmado”, ya no es peligroso, no puede causar la enfermedad. En otras ocasiones se usan partes.

Las vacunas estimulan una respuesta inmune específica y con memoria, efectivas frente al agente infeccioso. La única diferencia entre las defensas que crea la infección natural y la vacunación es que la natural es más duradera; la artificial requiere revacunaciones a modo de recordatorio, para mantener un nivel adecuado de defensas.

¿Tienen efectos adversos? 
Claro, como todo pero afecta a una baja proporción y no suelen ser graves.
Todo medicamento tiene efectos adversos y su presentación depende de la reacción individual.

No existe una pauta de vacunación única, depende de cada individuo, su situación y de la opinión del profesional que lo atienda.

El plan de vacunación más extendido y que mejor asegura la protección del cachorro consiste en una primovacunación al mes y medio-dos meses, (se inicia con una vacuna especial para cachorritos de tan corta edad que va aportando inmunidad frente a la Parvovirosis). Revacunando cada 2 semanas y asegunrando que la última vacunación se realiza  después de cumplir 12 semanas (3 meses) que es cuando su sistema inmune se considera maduro y con capacidad de memoria a largo plazo. En estas revacunaciones empleamos una vacuna más compleja, la tetravalente, de manera que le aportamos protección frente a la Parvovirosis, Moquillo, Hepatitis infecciosa y Leptospiras. Las hay incluso más completas (pentavalente, heptavalente), dependiendo de la zona geográfica vuestro veterinario os recomendará la más indicada.

Para que la vacunación sea 100% efectiva debemos desparasitarlo de parásitos intestinales. Está demostrado que interfieren en la inmunidad.

No debemos exponer a nuestro cachorro hasta completar el plan de vacunación completo. Podemos llevarlo a nuestro jardín cerrado, si estamos seguros de que no tienen acceso a él animales que desconocemos su estado de salud. Sí, puede jugar con otros perros que tengamos nosotros, nuestros familiares o conocidos si tienen las vacunas al día y están sanos. De hecho es más que recomendable para que no se olvide de que es un perro. Pero no debemos sacarlo a parques o jardines de la calle donde no sabemos cómo están los animales que por allí circulan. No es suficiente con decir que lo sacan cuando no hay perros (además a nivel de comportamiento es contraproducente-otro día lo explico-). Los agentes infecciosos más peligrosos para nuestro cachorro se transmiten por heces, saliva, aerosoles que sobreviven en el medio ambiente (hierba, aceras, farolas,…) bastante tiempo.

Además del plan de vacunación antes descrito, habrá que identificarlo mediante microchip y vacunarlo frente a Rabia. De esta manera completaremos el cuadro inmunitario de nuestro cachorro. Después debemos realizar los recordatorios de la vacunación anualmente. La Rabia varía entre CCAA, consultar Documentación y papeleo.

 En zonas de alta prevalencia de babesiosis conviene vacunar también frente a este parásito de la sangre (ver Llega el buen tiempo y con él un montón de inquilinos no deseados). No debemos olvidar que necesitará dos dosis, separadas un mes, para estar completamente protegido. Con revacunaciones anuales para reforzar la inmunidad.

Como novedad está la vacuna frente a la leishmaniosis. La Leishmania es otro protozoo que causa estragos en nuestra latitud que conviene tener a raya. Es especialmente importante en la costa del mediterráneo pero incrementando su presencia a pasos agigantados en toda la geografía de la Península ibérica. Su protección requiere un test previo para confirmar que está libre seguido de 3 dosis de la vacuna separadas por 3 semanas. Una vez completado este primer paso la revacunación es anual.

Antes de acabar recordar que la desparasitación interna debe hacerse cada tres meses. No queremos que nuestros peludos tengan bichitos pululantes por intestino pero también los hay que emigran a hígado y/o pulmones. Una manera muy efectiva de acordarnos siempre es desparasitarlo con el cambio de estación:
  • Empieza el verano a desparasitar a Copito…
  • Uy! Ya es Otoño, ¿donde guardé la pastilla que me sobró?....
  • Invierno: ¡Vamos Lulú! Vamos a hacer una visita a tu veterinari@ favorit@ y compramos el comprimido para desparasitarte…
  • Primavera: ¡los gusanos altera! ¡Ni una tenia ni un gusano queremos ver!



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