¿Por qué vacunamos a nuestros animales? La
vacunación es la manera más efectiva de proteger a nuestras mascotas frente a
las enfermedades que les afectan.
Los planes de vacunación han servido para
erradicar la viruela y limitar la incidencia de enfermedades graves como la
difteria o poliomielitis en humanos y la parvovirosis o el moquillo en
animales. Algunas pueden afectar a ambos como rabia y leishmania, aumentando su
importancia.
Una vacuna es la manera artificial de inocular una
parte del agente causante de la enfermedad para que el organismo cree las
defensas apropiadas para hacerle frente en caso de exponerse al agente natural.
Lo que se inocula se llama antígeno que es el que estimula la creación de los
anticuerpos. El antígeno puede ser el propio agente infeccioso muerto (virus,
bacteria,…) o vivo pero atenuado, es decir “desarmado”, ya no es peligroso, no
puede causar la enfermedad. En otras ocasiones se usan partes.
Las vacunas estimulan una respuesta inmune
específica y con memoria, efectivas frente al agente infeccioso. La única
diferencia entre las defensas que crea la infección natural y la vacunación es
que la natural es más duradera; la artificial requiere revacunaciones a modo de
recordatorio, para mantener un nivel adecuado de defensas.
¿Tienen efectos adversos?
Claro, como todo pero afecta a una baja proporción
y no suelen ser graves.
Todo medicamento tiene efectos adversos y su presentación depende de la reacción individual.
Todo medicamento tiene efectos adversos y su presentación depende de la reacción individual.
No existe una pauta de vacunación única, depende
de cada individuo, su situación y de la opinión del profesional que lo atienda.
El plan de vacunación más extendido y que mejor
asegura la protección del cachorro consiste en una primovacunación al mes y
medio-dos meses, (se inicia con una vacuna especial para cachorritos de tan
corta edad que va aportando inmunidad frente a la Parvovirosis). Revacunando
cada 2 semanas y asegunrando que la última vacunación se realiza después de cumplir 12 semanas (3 meses) que es
cuando su sistema inmune se considera maduro y con capacidad de memoria a largo
plazo. En estas revacunaciones empleamos una vacuna más compleja, la
tetravalente, de manera que le aportamos protección frente a la Parvovirosis,
Moquillo, Hepatitis infecciosa y Leptospiras. Las hay incluso más completas
(pentavalente, heptavalente), dependiendo de la zona geográfica vuestro
veterinario os recomendará la más indicada.
Para que la vacunación sea 100% efectiva debemos
desparasitarlo de parásitos intestinales. Está demostrado que interfieren en la
inmunidad.
No debemos exponer a nuestro cachorro hasta
completar el plan de vacunación completo. Podemos llevarlo a nuestro jardín
cerrado, si estamos seguros de que no tienen acceso a él animales que
desconocemos su estado de salud. Sí, puede jugar con otros perros que tengamos
nosotros, nuestros familiares o conocidos si tienen las vacunas al día y están
sanos. De hecho es más que recomendable para que no se olvide de que es un
perro. Pero no debemos sacarlo a parques o jardines de la calle donde no
sabemos cómo están los animales que por allí circulan. No es suficiente con
decir que lo sacan cuando no hay perros (además a nivel de comportamiento es
contraproducente-otro día lo explico-). Los agentes infecciosos más peligrosos
para nuestro cachorro se transmiten por heces, saliva, aerosoles que sobreviven
en el medio ambiente (hierba, aceras, farolas,…) bastante tiempo.
Además del plan de vacunación antes descrito,
habrá que identificarlo mediante microchip y vacunarlo frente a Rabia. De esta
manera completaremos el cuadro inmunitario de nuestro cachorro. Después debemos
realizar los recordatorios de la vacunación anualmente. La Rabia varía entre
CCAA, consultar Documentación
y papeleo.
Como novedad está la vacuna frente a la
leishmaniosis. La Leishmania es otro protozoo que causa estragos en nuestra
latitud que conviene tener a raya. Es especialmente importante en la costa del
mediterráneo pero incrementando su presencia a pasos agigantados en toda la
geografía de la Península ibérica. Su protección requiere un test previo para
confirmar que está libre seguido de 3 dosis de la vacuna separadas por 3
semanas. Una vez completado este primer paso la revacunación es anual.
Antes de acabar recordar que la desparasitación
interna debe hacerse cada tres meses. No queremos que nuestros peludos tengan
bichitos pululantes por intestino pero también los hay que emigran a hígado y/o
pulmones. Una manera muy efectiva de acordarnos siempre es desparasitarlo con
el cambio de estación:
- Empieza el verano a desparasitar a Copito…
- Uy! Ya es Otoño, ¿donde guardé la pastilla que me sobró?....
- Invierno: ¡Vamos Lulú! Vamos a hacer una visita a tu veterinari@ favorit@ y compramos el comprimido para desparasitarte…
- Primavera: ¡los gusanos altera! ¡Ni una tenia ni un gusano queremos ver!
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