Cuando hace calor los humanos, entre otros
mecanismos, sudamos para mantener la temperatura corporal. Nuestra superficie
corporal está plagada de glándulas sudoríparas que además ayudan a excretar
sustancias innecesarias. En cambio, los animales no tienen tantas, gatos y
perros las tienen concentradas en los espacios interdigitales. Como resulta
insuficiente para mantener la temperatura en su rango óptimo (37,5-38,5ºC) se
recurre al jadeo.
El intercambio de calor se produce en la lengua. Con el
aumento de la temperatura se produce vasodilatación periférica: eso significa
que los vasos sanguíneos próximos al exterior se dilatan, albergan mayor
cantidad de sangre para que se produzca el intercambio de calor. La lengua está
muy vascularizada y con la presencia de saliva optimiza el intercambio.
Yo soy Bali.... ¿¿Veis que calor tengo?? |
En otras ocasiones también veremos que nuestro
perro jadea; pero si te paras a analizarlo descubrirás que, nuevamente, se
produce por un aumento de su temperatura corporal: cuando hace ejercicio o más
actividad de la que acostumbra y cuando se pone nervioso o está agobiado…
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