Bueno ya, por fin, me animo. Inicio una serie de
entradas acera de la etapa más bonita y más complicada de nuestro amigo peludo:
el cachorro. Es largo y seguro que se me olvidan mil cosas pero trataré de
hacerlo ameno y que no sea mucho lío.
Empezaremos por lo esencial y primero que debemos
valorar:
¿estoy dispuesto a tener un perro?, ¿me comprometo a quererlo y cuidarlo por el resto de su vida?, ¿Aunque esté cansado seré capaz de hacer un esfuerzo para sacarlo?....
¿estoy dispuesto a tener un perro?, ¿me comprometo a quererlo y cuidarlo por el resto de su vida?, ¿Aunque esté cansado seré capaz de hacer un esfuerzo para sacarlo?....
Decidir tener un perro es comprometerse con uno
mismo a ser altruista, solidario, atento, responsable…
¡¡buff!! Cuantas cosas!! Pero es cierto, llegas a
casa después de un día duro y largo de estudio o de trabajo, tienes que hacer
mil cosas en casa pero te van a estar esperando unos ojitos ansiosos de un
ratito de carreras, juegos y paseos… No podemos decir: hoy no, si eso ya mañana…No,
no, no…Todos los días, al menos 3 veces al día tienen que salir a la calle. No
basta con salir a la calle, acercarlo al árbol y volver a subir; necesita ver
mundo, conocer sonidos, objetos, edificios, personas, y sobre todo, otros
perros. Necesita saber que es un perro, que son cuadrúpedos con distintas
necesidades a las nuestras y obviamente distintos derechos y deberes.
Sí, también tienen deberes, tienen que aprender a
obedecernos pero no por ciencia infusa, no. Nosotros debemos enseñarlos.
Debemos ser consecuentes con nuestros actos. Si un día le das una botella de
plástico para jugar, mañana no le eches la bronca por coger de la basura un
plástico. Si le das un peluche viejo o una zapatilla vieja, ten por seguro que
mañana cogerá otro peluche o zapatilla y no te frustres, no va a comprender la
diferencia entre el viejo y el nuevo, entre el que no te importa y el que te
cabrea.
Bueno, como digo, antes de coger un perro debes
valorar si tienes tiempo. Un tiempo
que va a ir dedicado casi en exclusiva a él. Son un amor y muy poco exigentes,
no necesitan 8 horas del día pero sí: 20 minutos, 20 minutos y 40 minutos…¡¡por
lo menos!! No recuerdo donde leí que debían salir al menos media hora cada vez;
yo no pido tanto, aunque si tienes ese tiempo y las ganas así sea. Debemos
tener en cuenta que esto está perfecto para el perro adulto que ya conoce
nuestra rutina (y la suya, por lo tanto); pero el cachorro necesita muchas más salidas,
cada poco tiempo y pueden ser más cortas. Hay gente que tiene tiempo pero no lo
quiere emplear en sacar al perro, prefiere sentarse frente alguna pantalla
(ordenador, tv, consola,…) pues igual te iría mejor el juego ese que anunciaban
“los Busta”. Además la meteorología a veces dificulta las salidas peludas pero
no puedes suprimirlas, aunque llueva o nieve perrito necesita salir. De hecho
me atrevería a decir que es cuando mejor lo pasan, algunos; no todos que se de
algún tiquismiquis que no le gusta que la lluvia le moje.
Foto doblemente oportuna: perrito explorando el medio y disfrutando con la nieve... |
Otro tema que me parece muy importante a valorar
antes de coger al nuevo en la familia es la limpieza. ¿Quién limpia? ¿Tú? Perfecto, ten en cuenta que de
cachorrito se le van a escapar pises y cacas donde no deba, que suelta pelos,
que puede ponerse malo y tener diarrea o vómitos, venir mojado del parque o de
barro hasta las orejas… Si no limpias tú, asegúrate de que el que limpia está
tan ilusionado y tiene tantas ganas como tú. Sino, tendréis que poneros de
acuerdo, y si te comprometes a limpiar no vale que te escaquees a la primera de
cambio, que nadie disfruta limpiando.
Más cositas a tener en cuenta, vacaciones, puentes… Cada vez hay más
ofertas para poder escaparnos con nuestra mascota, pero si no quieres llevarlo,
acostumbras a viajar en avión o cualquier otra causa que impida llevarlo; debes
buscar una solución. Ya he comentado que hay hoteles caninos totalmente
preparados para acogerlo un tiempo, o sino recurrir a familiares/amigos… ¡¡no
abuses y traeles un buen regalo!! Si eres piloto, azafato o viajas cada semana
de aquí a allí (creo que los ingenieros también saben mucho del asunto) mejor
espera a ver si te asientas.
¡¡Bueno!! Sé que es una bobada gigante, pero no se
me ocurriría sino hubiera oído casos… No se te ocurra coger ningún perro si los
tienes miedo; no puede salir nada bueno… El perro tendrá complejo de persona,
los perros le darán miedo, irás chillando por la calle cada vez que se te
acerque algún otro dueño a conversar mientras su perro se acerca al tuyo a
saludarlo…
Busca las 7 diferencias; no he podido resistirme a la tentación, me encanta esta secuencia... |
Una vez decidido, tenemos tiempo, plan de
limpieza, planificación de vacaciones y dinero…
¡Ah! ¡Casi se me olvida! Tener un perro conlleva
un gasto económico. Como mínimo: las vacunas, el
microchip, collar, correa, 2 cuencos, algún juguete- mordedor, la alimentación y
las desparasitaciones (que ya adelanto es caro mantenerlo sin pulgas,
garrapatas ni lombrices). A esto hay que sumarle imprevistos ya que como
nosotros se ponen malos y necesitan tratamiento y ellos no tienen Seguridad
Social… Aunque sí hay seguros privados… (Otro día, que si no esto será
interminable…)
Lo dicho, ya hemos decidido que podemos y queremos
hacernos cargo de un peludo así que mañana nos adentraremos en la selección… ¿qué
tamaño?, ¿de raza o mestizo?, ¿macho o hembra?, ¿el gordo o el flaco?...
Para terminar una gran reflexión perruna:
Soy tu perro para
siempre, no tu perro "hasta que..."
No soy tu perro
hasta que encuentres una novia.
No soy tu perro
hasta que tengas un bebé.
No soy tu perro
hasta que tengas que mudarte.
No soy tu perro
mientras tengas tiempo.
No soy tu perro
hasta que me haga viejo.
SOY TU PERRO PARA
SIEMPRE.
Si no puedes darme
un "para siempre", entonces no soy tu perro. Así de simple.
A quien dices tu secreto, haces tu dueño, y por eso mi perro también es mi dueño
ResponderEliminar