jueves, 7 de junio de 2012

Primera decisión: tener un perro



Bueno ya, por fin, me animo. Inicio una serie de entradas acera de la etapa más bonita y más complicada de nuestro amigo peludo: el cachorro. Es largo y seguro que se me olvidan mil cosas pero trataré de hacerlo ameno y que no sea mucho lío.

Empezaremos por lo esencial y primero que debemos valorar:
¿estoy dispuesto a tener un perro?, ¿me comprometo a quererlo y cuidarlo por el resto de su vida?, ¿Aunque esté cansado seré capaz de hacer un esfuerzo para sacarlo?....
Decidir tener un perro es comprometerse con uno mismo a ser altruista, solidario, atento, responsable…

¡¡buff!! Cuantas cosas!! Pero es cierto, llegas a casa después de un día duro y largo de estudio o de trabajo, tienes que hacer mil cosas en casa pero te van a estar esperando unos ojitos ansiosos de un ratito de carreras, juegos y paseos… No podemos decir: hoy no, si eso ya mañana…No, no, no…Todos los días, al menos 3 veces al día tienen que salir a la calle. No basta con salir a la calle, acercarlo al árbol y volver a subir; necesita ver mundo, conocer sonidos, objetos, edificios, personas, y sobre todo, otros perros. Necesita saber que es un perro, que son cuadrúpedos con distintas necesidades a las nuestras y obviamente distintos derechos y deberes.

Sí, también tienen deberes, tienen que aprender a obedecernos pero no por ciencia infusa, no. Nosotros debemos enseñarlos. Debemos ser consecuentes con nuestros actos. Si un día le das una botella de plástico para jugar, mañana no le eches la bronca por coger de la basura un plástico. Si le das un peluche viejo o una zapatilla vieja, ten por seguro que mañana cogerá otro peluche o zapatilla y no te frustres, no va a comprender la diferencia entre el viejo y el nuevo, entre el que no te importa y el que te cabrea.

Bueno, como digo, antes de coger un perro debes valorar si tienes tiempo. Un tiempo que va a ir dedicado casi en exclusiva a él. Son un amor y muy poco exigentes, no necesitan 8 horas del día pero sí: 20 minutos, 20 minutos y 40 minutos…¡¡por lo menos!! No recuerdo donde leí que debían salir al menos media hora cada vez; yo no pido tanto, aunque si tienes ese tiempo y las ganas así sea. Debemos tener en cuenta que esto está perfecto para el perro adulto que ya conoce nuestra rutina (y la suya, por lo tanto); pero el cachorro necesita muchas más salidas, cada poco tiempo y pueden ser más cortas. Hay gente que tiene tiempo pero no lo quiere emplear en sacar al perro, prefiere sentarse frente alguna pantalla (ordenador, tv, consola,…) pues igual te iría mejor el juego ese que anunciaban “los Busta”. Además la meteorología a veces dificulta las salidas peludas pero no puedes suprimirlas, aunque llueva o nieve perrito necesita salir. De hecho me atrevería a decir que es cuando mejor lo pasan, algunos; no todos que se de algún tiquismiquis que no le gusta que la lluvia le moje.
Foto doblemente oportuna: perrito explorando el medio y
 disfrutando con la nieve...

Otro tema que me parece muy importante a valorar antes de coger al nuevo en la familia es la limpieza. ¿Quién limpia? ¿Tú? Perfecto, ten en cuenta que de cachorrito se le van a escapar pises y cacas donde no deba, que suelta pelos, que puede ponerse malo y tener diarrea o vómitos, venir mojado del parque o de barro hasta las orejas… Si no limpias tú, asegúrate de que el que limpia está tan ilusionado y tiene tantas ganas como tú. Sino, tendréis que poneros de acuerdo, y si te comprometes a limpiar no vale que te escaquees a la primera de cambio, que nadie disfruta limpiando.

Más cositas a tener en cuenta, vacaciones, puentes… Cada vez hay más ofertas para poder escaparnos con nuestra mascota, pero si no quieres llevarlo, acostumbras a viajar en avión o cualquier otra causa que impida llevarlo; debes buscar una solución. Ya he comentado que hay hoteles caninos totalmente preparados para acogerlo un tiempo, o sino recurrir a familiares/amigos… ¡¡no abuses y traeles un buen regalo!! Si eres piloto, azafato o viajas cada semana de aquí a allí (creo que los ingenieros también saben mucho del asunto) mejor espera a ver si te asientas.

¡¡Bueno!! Sé que es una bobada gigante, pero no se me ocurriría sino hubiera oído casos… No se te ocurra coger ningún perro si los tienes miedo; no puede salir nada bueno… El perro tendrá complejo de persona, los perros le darán miedo, irás chillando por la calle cada vez que se te acerque algún otro dueño a conversar mientras su perro se acerca al tuyo a saludarlo…
Busca las 7 diferencias; no he podido resistirme a la tentación,
 me encanta esta secuencia...

Una vez decidido, tenemos tiempo, plan de limpieza, planificación de vacaciones y dinero…

¡Ah! ¡Casi se me olvida! Tener un perro conlleva un gasto económico. Como mínimo: las vacunas, el microchip, collar, correa, 2 cuencos, algún juguete- mordedor, la alimentación y las desparasitaciones (que ya adelanto es caro mantenerlo sin pulgas, garrapatas ni lombrices). A esto hay que sumarle imprevistos ya que como nosotros se ponen malos y necesitan tratamiento y ellos no tienen Seguridad Social… Aunque sí hay seguros privados… (Otro día, que si no esto será interminable…)
Lo dicho, ya hemos decidido que podemos y queremos hacernos cargo de un peludo así que mañana nos adentraremos en la selección… ¿qué tamaño?, ¿de raza o mestizo?, ¿macho o hembra?, ¿el gordo o el flaco?...

Para terminar una gran reflexión perruna:

Soy tu perro para siempre, no tu perro "hasta que..."
No soy tu perro hasta que encuentres una novia.
No soy tu perro hasta que tengas un bebé. 
No soy tu perro hasta que tengas que mudarte.
No soy tu perro mientras tengas tiempo. 
No soy tu perro hasta que me haga viejo. 
 
SOY TU PERRO PARA SIEMPRE.  


Si no puedes darme un "para siempre", entonces no soy tu perro. Así de simple.



1 comentario: