miércoles, 30 de mayo de 2012

Espigas y perros



Llegando estas fechas ya empiezan a aflorar esos vegetales antipáticos llamados espigas, en Burgos las conocen como pinchas. Son una gramíneas muy malvadas. Son esas que usábamos de pequeños a modo de flechas y que se quedaban clavadas en la ropa, sobre todo en los jerseys de lana.


Cuando aún están verdes no son tan peligrosas, pero enseguida se secan y empiezan a  dar problemas. Entonces, se liberan unas de otras y con el viento o al caminar por encima se caen, igual os ha pasado alguna vez que se meten por la zapatilla o el calcetín. ¿A qué pinchan? Se van clavando poco a poco. Están diseñadas para que solo avancen en una dirección, además con los cambios de humedad se contraen y se distienden avanzando más deprisa. Eso mismo hacen cuando se clavan en nuestros peludos, se meten por todos los sitios pero especialmente problemáticos son los espacios interdigitales. Mirale la pezuñita a tu peludo, ves los dedos que terminan en la uña pues entre dedo y dedo queda un espacio bastante profundo. Siempre que vuelvas del campo debes revisarle esa zona, ten en cuenta que tienen 4 patas y lleva su tiempo. También por debajo, entre las almohadillas pueden clavarse. Una vez que entran puedes notar que cojea, que tiene la zona inflamada, que se chupa mucho (normal, molesta). En el mejor de los casos se ve el trayecto de entrada y llevándolo al veterinario puede extraerla con unas pinzas especiales con una ligera sedación; en casos peores el trayecto está cerrado y la espiga avanza, avanza pudiendo aparecer a media pata o incluso más arriba…
Otras zonas frecuentes son los orificios naturales, oídos, nariz, garganta, ojos (entre los parpados y los ojos), vulva, muslo, lomo… Todo sitio que os parezca raro es frecuente para estas indeseables.
En oídos es muy frecuente, sobre todo en los perros de orejas caídas y con los típicos pelitos de protección (normalmente protegen, pero en el caso de las espigas les facilitan el camino de entrada). Una vez dentro causan mucha molestia e irritación, sacuden la cabeza casi constantemente, se llevan la pata a la oreja, si te fijas en él de frente veras que la lleva más baja que la otra. Producen irritación, inflamación e infección e incluso en ciertas ocasiones pueden perforar el tímpano.
Ya vais viendo porque me caen tan bien estás “hermosuras”; creo que es el único ser vivo que estoy dispuesta a erradicar…
Para quitarlas, nuevamente bajo sedación, con pinzas especiales. En pocos casos los veterinarios las extraemos sin sedación; ya que, con la molestia que tienen, al tocar la zona se mueven bruscamente pudiendo ocasionarse involuntariamente graves lesiones.
Es importante a los perros de pelo largo (los de corto también pero se ven más fácil y algunas pueden caer solas) que van al campo (o a zonas donde haya espigas, que en la ciudad también pueden verse), se les haga un corte de pelo preventivo. Las patitas deben ir cortadas cortas y la parte interna de las orejas y periferia del conducto auditivo también deben ir cortitos. Aprovechando el calor, podemos dejarlo fresquito, con menor riesgo a que se le claven y a la vez nos facilitamos la búsqueda de estas zorrupidas.

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